Cómo cocinar títulos que vendan
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No soy fan de los libros de autoayuda en general (Aunque he escrito varios, por encargo).
Pero sí de algunos.
Hay uno que lo compró mi madre cuando yo tenía 12 años y que leí de cabo a rabo, y luego, años después, varias veces más. Es un superventas y ha vendido millones y millones de ejemplares.
Un título muy divertido: "Piense y hágase rico" de Napoleon Hill.
Pero no iba a titularse así. El título de su autor era: “Usa tus fideos para hacer más fideos”, o algo por el estilo, en inglés.
Lo sé. Duele.
Sin embargo, es uno de los libros más vendidos de todos los tiempos.
Pero,
¿crees que se habría vendido tanto con ese título idiota "Use Your
Noodle To Win More Boodle"? ¿Incluso con el mismo contenido dentro?
Por supuesto que no.
Tal es el poder de los títulos.
Tu título es el "título" de tu producto. De tu novela.
Si
escribes un título poco convincente o (peor aún) copias el título de
otra persona (Una práctica deleznable propia solo de imbéciles piratas)
porque eres demasiado perezoso para escribir y crear tu propio título,
tus ventas no estarán donde deberían y podrían estar.
Este es el punto:
El
título de tu libro, en la era de internet y del TEXTO. Venderá más,
mucho más, que una bonita portada. (Si está bien hecho). A lo largo de
los años, he ayudado a ciertas personas a crear títulos de libros que
vendieron bastante bien. Ficción y no ficción.
Hasta
los colecciono, como bien saben mis pupilos. "Camino del pollo", es uno
de mis favoritos. Imagino una epopeya de carretera polvorienta en el
sur de EEUU, cerca del desierto, con el secuestro por unos tíos en
camioneta roja de un muchacho que iba a buscar el pollo asado del
domingo.
Hablando
de pollos. Cuando trabajé en publicidad tuve serios problemas para
convencer a un cliente de que cambiase el nombre de la tienda que iba a
abrir de pollos asados a domicilio. No me hizo caso cuando señalé que su
nombre era obsceno.
El tipo le puso phonopollo. Todo convencido de que era un hallazgo del marketing.
Cerró después del primer mes.
En fin...
Javier Cercas quiso titular su primera novela “El vientre de la ballena” (Tusquets) como “La felicidad”, y “Soldados de Salamina” llegó a la editorial con ese título, pese a que le sugerían “Los amigos del bosque”.
Fitzgerald
tuvo dificultades para elegir un título para su novela y consideró
muchas opciones antes de elegir de mala gana El gran Gatsby, sugerido
por su magnífico editor: Perkins (HAy película: El editor, creo). Antes
de esto, Fitzgerald cambió entre Gatsby; Among Ash-Heaps and
Millionaires; Trimalchio; Trimalchio in West Egg; On the Road to West
Egg; Under the Red, White, and Blue; Gold-Hatted Gatsby. Inicialmente
prefería títulos con referencias a Trimalción, el nuevo rico del
Satiricón de Petronio e incluso se refiere a Gatsby como Trimalción
alguna vez en la novela.
Perkins le dijo que la gente no se iba a enterar de esas referencias. Con muy buen tino.
Muchos escritores y escritoras me han pedido ayuda con la titulación.
Y
como estoy harto de que la gente me pregunte, y no puedo trabajar
gratis o trabajar por una tarifa de consultoría para ayudarlos, en los
audios que preparo voy a revelar mi gran "secreto" para crear títulos
que susciten la curiosidad, llamen la atención, despierten el interés en
los lectores y consigan que ojeen el libro y se venda.
Aquí admito que obtuve una parte de ese secreto al estudiar al difunto Stan Lee, de Marvel
Y aquí está:
Un título tiene que SONAR bien.
Stan
Lee no tenía idea de que un "rayo gamma" creó a Hulk o un "rayo
cósmico" creó a los Cuatro Fantásticos. Pero seguro que sonaban bien.
Hizo un trabajo tan bueno al crear Latveria (el país del Doctor Muerte)
que los fanáticos solían preguntarle si era un lugar real. Lo mismo
ocurre con los escritores de la película "The Amazing Spider-Man" que
usan "algoritmo de tasa de descomposición", o los escritores de la
película "Backdraft" que sueñan con "triclorato", o los escritores del
programa de televisión Fringe que inventan "Cortexiphan".
Pero… (Siempre hay peros, ya sabes)
Sonar bien es solo un avance en la batalla. Una parte del secreto.
Muchos
de mis títulos son el resultado de décadas de practicar, perfeccionar y
profundizar en el arte y el oficio de escribir cualquier cosa.
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Espero verte por allí y charlar un rato de tus proyectos.
Un gran abrazo y gracias por estar ahí, al Otro Lado.
Jean.,
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