miércoles, 27 de julio de 2022

La rutina para escribir y la abeja maya.

la rutina al escribir y la abeja maya


Este es uno de los emails de la semana pasada
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No te acostumbres, suscríbete más abajo. 



No voy a hablar del audio que saldrá esta tarde (y solo disponible hasta mañana) con la lección magistral para arreglar novelas atoradas.


Si estás dentro del asesoramiento literario, lo escucharás, y si no, te lo has perdido y ya hablaré el lunes de algo que comento en ese audio y que considero importante.


El domingo, no. El domingo dios descansa.


Bien.


Un amigo, brillante en lo suyo, marketing, me hizo hoy una pregunta sobre la escritura que tiene implicaciones para ti.


Este tipo es un escritor decente de folletos de productos... pero le llevan una eternidad. Es agonizantemente lento, y me odia porque yo siempre escribo On Fire, como ya sabéis algunos por telegram.


Pues el colega (Todos los escritores somos colegas) siempre me pregunta sobre mis "hábitos" de escritura, con la esperanza de encontrar el secreto mágico oculto o la poción que tomo para escribir en un tiempo récord. Esta vez, sobre mi notorio noctambulismo como ave nocturna y si escribía mejor después de cenar o de madrugada.


Bueno, ahora cuando escribo este email son la 1:55


Soy ave nocturna. Incluso de niño, las últimas horas de la noche tenían un atractivo especial. Un día te cuento mi infancia en la calle hasta las once de la noche en el pueblo.


Se han realizado numerosos estudios que prueban que las "personas nocturnas" existen: nuestra temperatura corporal, el estado de alerta y las habilidades para resolver problemas aumentan después de cenar.


Cuando trabajé por mi cuenta por primera vez como autónomo, uno de los ENORMES beneficios fue poder trabajar toda la noche y no preocuparme por tener que presentarme en la oficina de alguien con un aspecto brillante y elegante a la mañana siguiente. Trabajaba hasta el amanecer con los jodidos guiones de la abeja maya. Ya te contaré otro día.


Aunque siempre aconsejo no escribir desnudos, que distrae mucho.


Pues el colega también es un hombre casado con hijos, y ave nocturna pero… un hábito de trabajo nocturno no pega bien con la familia.


Así que le he dicho que se olvide de encontrar la magia de escribir rápido y bien quedándose despierto hasta tarde.


Verás.


Al principio de mi carrera, hice un descubrimiento que no quería que fuera verdad: podía escribir tan bien, tan rápido, tan fácilmente, por la mañana... como en mis sagradas noches.


Un descubrimiento que me jodió la mejor excusa para no escribir de día.


Resulta que, una vez que dominas una habilidad, puedes aumentarla o acrecentarla cuando sea necesario.


Pagas un precio, claro. Como agotarte más rápido o arruinar tus hábitos de sueño... pero la cosa es que PUEDES hacerlo.


NO eres esclavo de horarios de trabajo preconcebidos.


Sin embargo… yo recomiendo que encuentres un momento en tu día, todos los días, donde puedas organizar el espacio, la tranquilidad y el equipo para escribir. Un intervalo de dos a cuatro horas de tiempo ininterrumpido.


Para escribir tu proyecto de novela.


Puede ser a primera hora de la mañana (como insisten muchos escritores famosos), o al final del día, después de que todos los demás se hayan acostado (como terminan haciendo muchos otros escritores más famosos).


Mi amigo Luis (Sepúlveda) escribía hasta las 3 de la madrugada todos los días. (Cuando no charlaba conmigo echando risas por Facebook entre libro y libro) Creo que lo he contado en algún sitio.


Bien. Pues no hay más secreto.


Pon en orden las relaciones sociales, que el tiempo para escribir sea sagrado. Ejerce la docencia con los tuyos, y con mano dura. Teléfono descolgado, puerta cerrada, cortinas corridas, lo que sea necesario. Hazte misántropo, como yo.


Estarás usando el poder de la RUTINA. Y la rutina funciona para los escritores por dos razones:


1. Se convierte en una adicción. A cualquier hora sentirás que necesitas estar en tu escritorio, escribiendo. Cualquier otra cosa que surja, que la casa se incendie o una inundación o un tornado, queda relegada (Salvo poner de comer al gato, claro). Ya volverás al mundo “real” cuando acabes tu sesión de escritura.


2. Entrenas a tu cuerpo para deshacerse del estofado interno de hormonas y sustancias químicas que no ayudan a tener la concentración enfocada y el juego mental necesario para escribir.


Es la misma razón por la que hay que hacer ejercicio siempre a la misma hora todos los días: tu cuerpo se preparará un poco mientras se dirige al gimnasio, preparando el caldo necesario para levantar pesas, sudar y gruñir.


Los expertos en sueño dicen que la mejor manera de obtener un sueño más profundo, durmiendo menos horas y sentir más energía mientras estás despierto es… simplemente tener la misma hora de acostarse y levantarse todos los días de su vida.


Así que... la clave para generar muchos buenos textos es establecer rutinas.


Las últimas generaciones, alguna de cristal, se han burlado de la rutina, como si fuera una reliquia de época. Como si fuera un martillo.


No lo es. Puedes pasar el resto del día siendo impredecible, espontánea y encantadoramente chiflada... pero cuando se trata de tu tiempo designado para escribir, nada ni nadie debe interferir.


Nota: no encontrarás tu ritmo inmediatamente. Es posible que debas intentar encontrar dos a cuatro horas sólidas en diferentes momentos del día, mediante prueba y error.


La clave es encontrar un momento en el que no te interrumpan. La gente coopera una vez que asimilan tu determinación.


También habrá personas cercanas que no van a soportar la idea de que alguien (como tú) puedas estar haciendo algo proactivo con tu vida como escribir una novela.


Encontrarán formas de arruinar tu rutina.


Es importante para ellos encontrar una manera de hacer que NO establezcas una rutina. Confía en mí en esto. En su mayoría, lo hacen inconscientemente... pero… a veces son muy conscientes de lo que están haciendo. Esos cabrones.


Cuando comienzas rutinas como esta, comenzarás a producir cosas a un ritmo alarmante. Tu vida comenzará a moverse más rápido y pasarán cosas. Las metas comenzarán a cumplirse.


Esto asusta a las personas en tu vida que temen el cambio. No saben que la vida es cambios. Estate atento a esa trampa. No te dejes engañar.


Nota 2: te llevará un tiempo darte cuenta de que has encontrado tu ritmo. La gente tiende a olvidar que se necesita tiempo para superar ser el chico nuevo en el recreo... sin importar a qué apliques esa metáfora.


Las primeras veces que fui a la nueva piscina del pueblo, con gimnasio y actividades, me sentí como el chico nuevo en el colegio. Porque YO ERA el chico nuevo. Incomodidad, todos extraños, en bañador. Yo no hablo con mucha gente por la calle. Me perdí buscando el baño de hombres. A una chica le gustó que me perdiera. Tenía un bikini rojo, como mi cara de vergüenza.


Luego, un buen día, semanas después, me di cuenta de que estaba cómodo. Tenía una rutina. Entraba y saludaba al encargado, que ya tenía mi toalla y mi botella de agua esperándome. Todo el personal me saludaba. La chica del vestuario de chicas me hablaba y a veces sonreía.


No te preocupes por ser el chico nuevo. Es solo un período de transición por el que debes pasar. Es la forma en que funciona.


Lo mismo con tu rutina de escritura. No te sentirás exactamente bien al principio. Puede llevarte meses encontrar el momento adecuado, con la rutina adecuada. ¿Y qué importa?


Una vez que encuentres tu ritmo, estarás listo para escribir rápido.


Y si te interesa escribir novelas como dios manda, con sabiduría y resultados, mi trabajo es ayudarte. 


Y lo mejor está en los audios.


Mira aquí:

https://asesoramientoliterario.com/asesoramiento-literario/


Pd: Para recibir la nueva lección debes estar dado de alta antes del viernes a las 23:59h fecha límite. Después, será tarde.

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