viernes, 5 de agosto de 2022

Historia de Sara. Escritora patética, escritora triunfante.



HISTORIA DE SARA.
ESCRITORA PATÉTICA, ESCRITORA TRIUNFANTE.

 “Una vez que aceptas tu valor, talentos y fortalezas,
se neutraliza todo lo que los otros piensan de ti”.
—Rob Liano


Cuando conocí a, vamos a llamarla Sara, ni siquiera era escritora.

Escritor es el que escribe.

Sara no escribía.

Había escrito.

Y quería volver a hacerlo. Sabía que podía hacerlo.

Había leído mis libros pero le resultaba complicado aplicarlos.

Claro: No todo está en mis libros.


Tenía muchas ideas. Leía mucho. Fantasía y Thriller sobre todo. Y romántica leve para pasar el rato. Algún ensayo, algo de no ficción. (Siempre lo recomiendo)

En realidad, lo que Sara quería era tener libros en las librerías y que los lectores compraran sus títulos, sus historias.

Lo que Sara quería era que la quisieran.

A Sara la quería poca gente. Aunque tenía un gato.

Los gatos son importantes. No debería haber ni un escritor sin gato.



Por entonces yo escribía por encargo, pero lo estaba dejando. Me quitaba mucho tiempo para estar con mi pareja y mi hija y Sara me pidió que la ayudara. Me lo imploró.

Sara tenía que hacer algo con su vida.

Así empecé a asesorar escritores.

Los problemas de Sara eran muchos:

  • su pánico al bloqueo, que ya había padecido.
  • cierto desorden mental que hacía que no ordenara bien las frases para conseguir una lectura fluida en los lectores.
  • sacaba a los lectores de la historia de cien formas diferentes.
    • repeticiones de conceptos que hacían parecer al lector gilipollas
    • repeticiones de  expresiones
    • cuajaba los textos de verbos fáciles, siempre los mismos.
    • nexos innecesarios que ralentizaban la lectura.
    • algunas faltas
  • todas aquellas ideas que eran premisas pero no eran profundas.
  • personajes planos que no conseguía que se movieran bien en las escenas de acción
  • desconocimiento de algunas reglas básicas de la gramática
  • miedo a la RAE
  • miedo al sexo explícito en las escenas eróticas
  • Y unos cuantos muchos más que tenían que ver con la planificación, la estructura de la trama y el 2º acto.
  • Flecos sin cerrar
  • Además de finales abruptos y apresurados.

Además de estos problemas de escritura y estilo, Sara...
  • Nunca había hablado en público sin pontificar
  • Apenas tenía humor
  • El que tenía era demasiado cínico
  • No sabía hablar sin parecer una chica normal y de barrio

Después de un año trabajando codo con codo a razón de dos sesiones de dos horas a la semana, ayudé a Sara.

Se sintió orgullosa de acabar su novela: Una historia conmovedora de superación personal.

Le ayudé a venderla con algunos de mis contactos de entonces, y hasta le redacté algunos comunicados de prensa para el lanzamiento.

A los lectores, lectoras, les encantó

Amaron a Sara y quisieron más historias suyas.

Tengo su permiso para decir esto, sin decir su nombre.
No es quien estás pensando.

Hoy Sara vende entre 5.000 y 10.000 libros al año con una gran editorial que confió en su voz propia y sus historias. 

Y le promocionan de vez en cuando. Entrevistas en el Qué Leer y revistas como Woman o Esquire, en Página 2 en la TV. reseñas en los principales diarios, en la radio en el Ojo Crítico, etc.

Sara vive hoy de escribir sus historias.

Con unos 40-60.000€ al año y algunos ingresos extras de premios y tal se vive bien y se ahorra. Su gato también vive aún, pero comparte casa con un italiano.

Al gato no acaba de gustarle el arreglo, por lo que sé.

Netflix y RTVE ya le han tirado los tejos.

A Sara, no al gato.

Sara y yo hablamos por navidad y cuando tiene algún problema con un personaje o una escena. un par de veces al año. Nos hicimos amigos, ya no le cobro esas cosas.

Sara, antes de conocerme, tenía pánico a venderse como escritora.

No tenía mucha habilidad social. Yo las tengo y las enseño, pero soy un misántropo y no me gusta la gente en general. Tienes que saberlo.

Ahora Sara es capaz de hablar de cualquier cosa con argumentos y una opinión propia y formada.

Antes Sara no era capaz de plasmar con claridad y precisión sus ideas para luego planificar sobre ellas.

Tenía cierto desorden mental con la estructura de las frases y la lectura de sus textos resultaba farragosa y sacaba al lector de la historia.

Los libros que puso en amazon (Por lo menos al principio me hizo caso en esto, antes de contratarme, y lo hizo con un seudónimo y no quemó su nombre) no vendieron nada y hoy ya no existen, pero aplicó lo que aprendió conmigo y se han reconvertido en novelas vendidas por Planeta.

ANtes, los personajes de Sara eran planos y no conseguía que se movieran bien. Se peleaba con ellos. Hoy enamoran a sus lectoras.

Recuerdas el miedo que tenía al sexo explícito en las escenas eróticas? Con mi ayuda de entonces hoy las escribe de tal manera que excitan sin causar rechazo. Y vienen a cuento en sus historias.

El bloqueo del escritor ya no existe para Sara. Aplica mi método desde hace diez años.

Sara escribe un libro al año.

Tengo sitio en mi asesoramiento literario premium para ONCE DIEZ escritores o escritoras. 

Si quieres recorrer el camino conmigo... No te voy a engañar, son 69€.


En el enlace de arriba y trabajaremos juntos.




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